¡Bucaneros todos al cine! El capitán Jack Sparrow vuelve esta semana a las pantallas con un subtitulo tan poco atractivo como La Venganza de Salazar (más aún si lo comparamos con el precioso “Dead Men Tell No Tales” original). La nueva Piratas del Caribe nos trae devuelta al pirata más querido de Disney en una aventura donde Jack tendrá que unirse a un joven grupo de exploradores para encontrar el tridente de Poseidón. Un antiguo artefacto que domina el poder del mar y que puede acabar con la maldición que persigue a nuestro amigo. Un grupo de piratas dirigidos por Javier Bardem, el cual aún tiene una deuda pendiente con Jack.
En una época donde la llegada de secuelas, remakes, reboots… abordan las salas de manera extenuante. Disney decide apostar por seguir explotando uno de sus títulos más exitosos defendiendo que cada filme aporta algo diferente. Partiendo de que venimos de la vapuleada Mareas Misteriosas, la saga no lo tiene nada fácil para volver a ganarse el favor de publico y crítica. Sin embargo sus números en taquilla permiten que sus secuelas no cesen (su última entrega consiguió colocarse entre las 10 películas más taquilleras del mundo en su año de estreno) ¿Cumplirá esta quinta entrega con los deseos de sus fans? Ponte cómodo y disfruta de nuestras impresiones sobre la película:
5 RAZONES PARA AMAR PIRATAS DEL CARIBE LA VENGANZA DE SALAZAR
1. SU ESPECTACULARIDAD
Inevitable. Toda secuela debe superar a su predecesora a nivel visual. La casa del ratón lo ha tenido claro a la hora de elaborar escenas que nos llevan desde un impresionante barco devorador de barcos, un particular robo a un banco a gran escala o un duelo sobre los cañones de un barco… No podían escatimar a la hora de crear nuevos escenarios que impresionaran al espectador y nos trasladaran hasta otro mundo. Dando como resultado unas preciosas escenas en lugares de ensueño que hacen una vez más que uno de los sellos estrella de esta saga mantenga el nivel.
2. SUS NUEVOS INTEGRANTES
Uno de los factores más peligrosos en una secuela es el de la introducción de personajes. Más teniendo en cuenta que suplen el rol de grandes actores de los que aún guardamos sus interpretaciones en la memoria. Javier Bardem se pone en la piel del villano de la película y a pesar de que no crea una figura realmente mítica cumple en el nivel estético y narrativo (genial su escena que explica el origen de su maldición). El pirata que caza a los piratas con un diseño que es una pura metáfora de la rabia personificada, aportando esa genial atmósfera tan atractiva como maquiavelica. Se unen a él Brenton Thwaites y Kaya Scoldelario, un dúo que lo tenía realmente difícil para encajar en la saga y suceder a los queridos Will y Elisabeth, pero a pesar de todo dan equilibrio a la historia.
3. LA BANDA SONORA
Otro de sus símbolos por excelencia: su música. La saga ha pasado a la historia gracias a la banda sonora original de Hans Zimmer, el cual consiguió elevar la epicidad armónica a un nuevo nivel. Un estatus musical que ha mantenido secuela tras secuela y que aquí vuelve a ser un referente rescatando temas del pasado para los más nostálgicos e incluyendo nuevas partituras de Geoff Zanelli que ya compuso la anterior cinta. Vuelve a repetirse el efecto Logan, el tema “Ain´t No Grave” de Johnny Cash no está presente a pesar de aparecer en uno de los trailers promocionales. Pero sigue cumpliendo musicalmente, un genial acompañamiento para este gran portento visual.
4. LA TRAMA
El capitán Salazar era un corsario español que estuvo a punto destruir a toda la flota marina del Caribe. A punto, ya que un joven Jack Sparrow se interpuso en su camino impidiendo sus planes de hacer perecer el estilo de vida pirata. Dejando a Salazar y a su tripulación presa de una terrible maldición y cautivos en el triángulo de las bermudas. Cuando la maldición se rompe Salazar emprenderá un viaje con el fin de destruir al hombre que se interpuso en su camino y de paso destruir a todo pirata viviente sobre las aguas. Con esta premisa arranca La Venganza de Salazar, un relato bastante irresistible y que aporta ciertos cambios importantes en el transcurso de la franquicia. Lo que la convierte en un clásico instantáneo.
5. EL FACTOR NOSTÁLGICO
Una de la razones por las que odiamos a la anterior entrega fue por prescindir de esa emblemática historia de amor protagonizada por Orlando Bloom y Keira Knightley. Will y Elisabeth nos robaron el corazón y son parte de la saga, sin ellos la historia no tiene ese misma armonía. Por suerte han sabido solventar sus errores y tenemos fan service para rato. Barbosa, Gibbs, el mono Jack… vuelven para crear una entrega mucho más redonda con sorpresas para los fans más acérrimos, consiguiendo ponernos en pie para aplaudir de puro llanto emocional en más de una ocasión. A fin de cuentas si vemos estas continuaciones es para reencontrarnos con esos personajes tan entrañables con los que hemos crecido. Preparaos porque en esta secuela de Piratas del Caribe os va a dejar boquiabiertos en este aspecto.
5 RAZONES PARA ODIAR PIRATAS DEL CARIBE LA VENGANZA DE SALAZAR
1. JOHNNEY DEPP/ JACK SPARROW
¿Puede haber perdido uno de los actores más queridos de Hollywood su muchedad? Depp vuelve a pecar en esta secuela de estar demasiado exagerado. Un protagonista que pocas veces logra tener una crudeza con la que pueda empatizar el espectador. Los chistes ya no funcionan igual, se ha estirado demasiado el chicle y no consigue sorprender. Un hilo conductor que pasa desapercibido y es devorado por una grupo de secundarios con situaciones mucho más atractivas que las del reiterativo y alocado Jack. . Estamos ante una versión caricaturizada del personaje a la que probablemente hayan afectado los problemas personales que el actor tuvo durante el rodaje de la cinta. Johnney necesita renacer fuera del terreno comercial y relanzar su carrera la cual parece estar en un camino sin retorno hacía la decadencia interpretativa.
2. SUS EFECTOS ESPECIALES
La ópera prima de la franquicia ha envejecido perfectamente. Ya en 2003 se notaba ese detalle por hacer que cada elemento encajara al detalle, el realismo era uno de los pilares estrella del filme. Los años no han pasado en balde y a simple vista somos capaces de ver unos efectos generalmente creíbles y espectaculares. Aunque es palpable la ausencia de esa delicadeza que teníamos en la primera entrega. Temblamos de miedo por ver como envejecerán esos curiosos tiburones zombis o ese indiferente acto final, que está a años luz de esa lograda escena inicial. De hecho la decisión de rejuvenecer a Depp para una de las escenas ya es bastante cantosa (muy al estilo de aquel desenlace de Leia en Rogue One) y genera una impresión más bien pobre que la del asombro del que pretenden alardear. Al espectador de hoy en día ya no engañan con cualquier efecto digital.
3. EL ROL FEMENINO SIGUE DESDIBUJADO
Películas como Frozen, Moana, La Bella y la Bestia (2017)… han hecho sus intentos por crear historias con protagonistas fuerte e independientes, pero pocas veces consigue sus objetivos. Kaya Scodelario es la encargada de suceder a las olvidables Penélope Cruz y Àstrid Bergès-Frisbey interpretando a Carina Smith, una joven astrónoma que ayudara a Jack Sparrow en su búsqueda. Por un lado es genial encontrar un personaje tan pionero en una época en la que las mujeres estaban tan infravaloradas. Ser una amante la ciencia y ser acusada de brujería era algo de lo más cotidiano, pero no deja de ser un aspecto atractivo que no llegar a destacar. Ya que por otro lado no deja de ser una joven en apuros que no pocas veces llega algo más que un alivio romántico a la que no le falta un buen escote. Scodelario cumple pero no puede evitar quedarnos un sabor amargo al final recordando que veníamos de Knightley, la reina de los piratas.
4. ¿UNOS PIRATAS DEMASIADO FICTICIOS?
Partiendo de una obra original donde el némesis de nuestro protagonista y su tripulación se transformaban en esqueletos a la luz de la luna por culpa de una maldición azteca. La verosimilitud queda un poco abstracta pero son solo un par de elementos que permitían darle un toque especial a una película sobre piratas. 15 años después, el filtro y la delicadeza están totalmente perdidos. Es inevitable que los acontecimientos te saquen de las historia, porque “a pesar de ser visualmente atractivo” su credibilidad es cero. Haciendo que general lamentablemente no podemos tomarnos en serio a la película.
5. El factor nostálgico
Como bien nos ha enseñado el cine, jugar con el pasado puede tener grabes consecuencias. En ocasiones para bien (ese flashback de un joven Sparrow es de lo mejorcito de la película) y en ocasiones para traspasando una delicada línea que puede herir el sentimiento de muchos de sus seguidores. Particularmente hay dos momentos clave que suponen un grave error en la trama (ojito a la escena postcreditos). El efecto de rizar el rizo afecta de manera negativa a una película donde por ejemplo intenta impresionarnos con los lazos de sangre que son bastante previsibles y tópicos. Además no se abstiene de tener agujeros de guión y linealidad temporal. Vamos de traca!
En general tras este último punto la reflexión que uno saca no puede evitar ser la de agotamiento. Los personajes merecen un digno descanso en una evolución que puede llegar a entretener pero que cada día se aleja más del icónico producto original. Aquella Maldición de la Perla Negra que probablemente se hubiera convertido en un clásico de culto del cine de aventuras de ser por el flaco favor que le están haciendo sus secuelas.
La Venganza de Salazar traspasa levemente un peldaño en lo que se refiere a un producto decente tras venir de una desastrosa cuarta entrega. Aunque supere la prueba de fuego que pocas secuelas pasan, las limitaciones siguen a simple vista y está claro que los piratas deben despedirse momentáneamente de las pantallas de cine. Disney ándate con cuidado. ¿Te atreves a adentrarte en el nuevo capítulo de las historias del capitán Jack Sparrow?
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