El mundo homosexual es grandioso. Así, como lees. ¿Cómo no va a serlo cuando tiene un don para inventar palabras, aplicaciones y figuras? Tú los dejas sueltos por un prado lleno de mariposas y su imaginación vuela con ellas y consiguen absolutas maravillas.
Y, entre todos estos descubrimientos, hay un ser que se encuentra por encima del bien y del mal, un ser capaz de encandilar a todos con una simple palabra. Ese ser es una mariliendre. Y tú dirás: “¿Qué c*** es una mariliendre?”. Hoy, en BFace Magazine…
¿Cómo reconocer a una mariliendre?
Tiene tintes homófobos
Tan real como la vida misma. Una mariliendre que se precie odia a los “malditos maricones” en todo momento, aunque no tenga ningún motivo concreto para hacerlo. Por amor al arte.
—Ay, ¡mira qué chico tan guapo!
—Malditos maricones.
En cualquier situación.
—¿Has escuchado la nueva canción de Adele?
—Malditos maricones.
Aunque no venga a cuento.
—¿Me compro esta camisa o la otra?
—Malditos maricones.
Que uno luego se pregunta por qué aguanta si tan harta está. Y te acuerdas de las muchas veces que le dijiste a tu madre que te marchabas de casa. Y de su cara de satisfacción con su “ahí tienes la puerta”. Y de la pereza de preparar la maleta y pensar en la vida. Y, mira, que no, que tampoco se está tan mal.
Sólo quiere reggaeton
La vuelve loca, hace de ella un ser insaciable que sólo quiere más. Si ya lo dice mi abuela, que nadie sabe lo que tiene hasta que, al final, lo pierde; y por perder, pierde hasta la vida después de tres fines de semana seguidos saliendo a discotecas de ambientes en las que no dejan de sonar Lady Gaga, Ariana Grande o Taylor Swift. Y ahí la ves, sonriendo y aguantando el tipo. Y empiezan a sonar canciones de Rebeca, La Pelopony y La Prohibida. Y ahí la ves, sonriendo y acordándose de tus padres, que los pobres no tienen culpa. “Malditos maricones”.
Es entrenadora Pokémon
Intenta hacerse con todos los homosexuales habidos y por haber. Allá donde haya posibilidades de evitar todo contacto heterosexual, ella va. Porque si hay algo que tiene una buena mariliendre, es una capacidad innata para acabar rodeada de ellos. Que tiene el gaydar más afinado que algunos gays. Y le encanta.
Porque, ojo, los homosexuales serán cualquier cosa que se te ocurra, pero son “sus malditos maricones”. Y eso no lo cambia ni un dios del Olimpo que aparezca frente a su puerta, desnudo, afirmando ser el hombre de su vida. Porque una buena mariliendre da por hecho que el chico es gay; aunque no lo sea.
El amor huye de ella
No la toca ni con un palo, vaya. Que igual tienen algo que ver las discotecas de ambiente y un entorno de hombres que buscan hombres. O igual no. Quizás, sólo ha tenido mala suerte en la vida, con los hombres, y no tiene más trasfondo; todo puede ser.
Pero ahí la tienes, como alma en pena, maldiciendo a sus amigos porque no hay forma alguna de encontrar una pera que busque una manzana. Ella sólo sueña con algo cotidiano. Ella, como cualquier ser humano, sólo desea lo normal.
Ojalá ser como los gays, que se conocen por Instagram y se enamoran
Es una señora de frases célebres
Cuando habla, sentencia. La mariliendre nace en un entorno de divineo y, como tal, sólo puede ser una verdadera reina. Es una chica bien digna que mantiene la compostura de forma creativa siempre que puede. Y, para ejemplificar, frases de una mariliendre real.
Acabo de matar al mosquito que me acribilló anoche y me siento la reina del mundo
De divina.
Cuando sea famosa, seré yo quien lleve mis redes sociales. O sea, Community Manager para qué, mis tweets no serían tan divinos como ahora
De reina.
El moretón de mi rodilla queda genial con todos mis outfits
De diva.
Mis padres no llevan cuatro años pagándome la carrera para que me salga un grano a tres días de hacerme la foto de la orla
“¿Qué es una mariliendre?”, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es una mariliendre? ¿Y tú me lo preguntas? Una mariliendre… eres tú.
The post Diario de una mariliendre appeared first on BFace Magazine | Revista sobre tendencias y actualidad.