Puede que muchos ya hayáis pasado este momento hace tiempo o puede que aún os queden unos años para vivirlo, pero estoy seguro de que esta pesadilla no deja de repetirse. Las graduaciones universitarias desencadenan una auténtica alfombra roja que nada tiene que envidiar a la de los Goya. La americanada de las graduaciones se nos ha ido de las manos. Todos esos recién graduados que dejan atrás sus años de vida universitaria repletos de fiestas, fiestas y más fiestas, se entregan en cuerpo y alma a lucir, por última vez, palmito entre sus compis de carrera. Encajes, lentejuelas y transparencias se convierten en los ingredientes perfectos para la red carpet de los horrores. Seréis unas magníficas graduadas en derecho o en sociología pero se nota que durante los seminarios de estilo y moda estuvisteis jugando al mus en la cafetería de la facultad.
He querido hablaros de este tema ya que este año yo soy uno de eso jóvenes recién graduados. Como espectador directo de este verdadero ritual, he querido mostraros la verdad desde dentro. Me paro a analizar todos los looks – y los personajes que los visten – y me doy cuenta de que son dignos de catalogar. Estos son los tipos de personajes que te vas a encontrar en una graduación según su estilo.
La Folk Princess
Se trata de esa compañera que bajó del pueblo para estudiar la carrera. Tan sólo lleva cuatro años en la gran ciudad y esto no ha sido suficiente para cultivar su faceta cosmopolita. Por lo tanto, la moda no es su fuerte. Seguramente su madre o su abuela fueron las que eligieron su vestido y como buenas mujeres pueblerinas siguen la premisa de “cuanto más brillante, ostentoso y recargado, mejor”. Probablemente será de un color chillón, como turquesa o fucsia, y los tejidos predilectos oscilarán entre los rasos brillantes y las gasas baratas. Su peinado tampoco tendrá desperdicio. La apuesta más frecuente puede ser un recogido súper recargado con mil horquillas y tirabuzones que le han hecho en su peluquería de barrio y le ha costado toda una mañana y muchos tubos de laca. Las más atrevidas tendrán la poca vergüenza de llevar un chal o una rebequita, por si refresca.
El Chico Second Hand
En esta pasarela de los horrores, los chicos no quedan en un segundo lugar a pesar de que sus opciones suelen ser más reducidas. Recurrir a un traje clásico es lo más fácil. El “chico second hand” no se caracteriza por ser un gran apasionado de la moda y, por eso, contando el estilismo de su comunión, es la segunda vez que se pone un traje en su vida. De hecho, ni siquiera es su propio traje. La hombrera de la chaqueta le vendrá enorme y el pantalón está pidiendo a gritos que le entren los bajos. Efectivamente, es el traje de su hermano mayor que se graduó hace un par de años y a pesar de que no sea de su talla y le quede horrible, no va a comprarse uno a propósito para unas horas.
La Divina
Es posible que en España no se lleve mucho eso del grupo de animadoras en las facultades, pero las series americanas han hecho tanta mella en nuestra sociedad que aunque no sean literalmente cheerleaders, sí lo son de mentalidad. En todas las clases hay una Regina George, como en “Chicas Malas”, que se cree ser la más fabulosa de todas. Al resto, nos cuenta reconocer que en verdad lleva el mejor outfit, pero su actitud de diva exclusiva y sus aires de grandeza apagan todas sus luces.
El blogger de Moda
No todos los chicos pasan de la moda. Si estudias Comunicación Audiovisual o Publicidad, es probable que entre tus compañeros habiten bastantes chicos gays que son el alma de la fiesta en todas las cenas de clase. Esa aprehendida sensibilidad por el buen gusto les hará querer salirse del típico traje negro o azul marino que el resto de heteros de clase van a vestir ese día. El día de la graduación seguirá queriendo destacar y seguramente lo haga con una pajarita o un blazer de colores y estampados chillones. ¿Por qué no llevar una chaqueta roja y chorreras vintage bien llamativas para que te vean bien los de la última fila?
La Reina del Contouring
Es la típica chica de clase que siempre ha pasado desapercibida. Es decir, esa chica que no recuerdas su nombre a pesar de haber compartido cuatro años de carrera juntos. Su poca afición por los tutoriales de belleza hace que recurra a la esteticien de su barrio para maquillarse el día de la graduación. Desde ese momento, como con el Ecce Homo de Cecilia, nadie podrá olvidar la cara de esta chica y sus dos dedos de base de maquillaje naranja junto a esa sombra de ojos imposible. Solo verla, te hará pensar que su referente de belleza no es Alexa Chung, sino Carmen de Mairena.
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