Con inspiración lionesa, emprendimiento local y sabor a mar, hace apenas una semana aterrizó en pleno centro de Madrid Mejillón, el nuevo templo que te hará viajar no solo al norte de Francia o a Bélgica, sino a todo el mundo. La experiencia del Café de París y una apuesta firme por importar una nueva forma de comer, beber y compartir, han sido los motores que han llevado a Pablo Caruncho a remover cielo y tierra para ofrecernos este rincón del placer supino.
Moules-frites-bières: mejillones, patatas fritas y cerveza. Apostar por un solo producto siempre es arriesgado, y más si el concepto del mejillón que tenemos en España es aquel de un majestuoso molusco gallego con el poder de provocarnos un tsunami interno. Pero todavía no recules, estoy en disposición de decir que este local es apto para todos los paladares, aunque seas más de almeja (guiño guiño, codo codo). El secreto de Mejillón está en importar una forma de comer, pero crear a partir de ahí innovadoras elaboraciones inspiradas a lo largo y ancho del globo.
Jaime Mato, amigo de Pablo y chef ejecutivo, ha sido el encargado de darle forma a esta idea variopinta, consiguiendo cazuelas que bien hacen justicia a la típica receta belga con apio y cebolla, con sorprendentes mezclas como los mejillones a la mexicana con chipotle, a la japonesa con salsa soja o hindúes con curry rojo. ATENCIÓN, consejo de chef y cliente, pedir una ración por persona (te los comerás como pipas) y no mezclar una elaboración con otra, son sabores muy fuertes que juntos sí, pero no revueltos. Con cada ración recibes además unas patatas fritas, como manda la tradición, y dispones de una inmensa carta de cervezas nacionales e internacionales que rematarán la faena.
Entrantes como el steak tartar de lomo de vaca, la burrata o las bruschettas, los moules -reyes indiscutibles de la carta-, o el escalope y la pasta, dejan su espacio propio a unos postres que poco les tienen que envidiar. Destacan el lemon pie o el suspiro chai, reinterpretaciones originales que superan las expectativas y terminan la cata con un dulce frescor que se agradece.
Y para quienes nos gusta terminar las veladas como Dios manda, Mejillón cuenta con una carta propia de cócteles diseñada por Joel Jamal, campeón de España de Coctelería 2015. Creaciones clásicas u originales como el dulce ‘Mejillón’ -del cual querrás dos tazas- que son el broche de oro a un viaje por el mundo a través del mar. Por su ubicación, Orellana 1 (Alonso Martínez), esto correrá como la pólvora y será en breve el lugar de encuentro por excelencia. ¿Preparad@ para probar nuevas experiencias? Empieza por los mejillones, nunca sabes cómo terminará la noche.
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