Gallego, con trece discos a su espalda, antes Deluxe y ahora a pecho descubierto, Xoel López nos regaló un poco de su tiempo para hablarnos de él en general y de Paramales, su último largo, en particular. Esta noche lo estará presentando en el madrileño Circo Price. La semana pasada nos citó en Malasaña, en el agradable Picnic y ahora os enseñamos todo lo que nos contó.
¿Por qué “Paramales”?
Es uno de los títulos posibles, casi nunca tengo tan claro el título de un disco. Pero Paramales me pareció bonito, sonoro y muy abierto. Al final no deja de ser un homenaje a la música, a todo lo bueno que me dio y todo lo que me ayudó como bálsamo para los males.
¿Qué destacarías como principal diferencia entre “Atlántico”, tu anterior trabajo, y “Paramales”?
Yo creo que la diferencia clave está en el contexto. “Atlántico” es un disco concebido y grabado en América Latina, de mis años viviendo allí y “Paramales” ya es un disco de transición, un disco que me pilla de vuelta. Es como el puente hacia el regreso.
Todavía no de aquí 100% porque lo compongo y concibo a medio camino, pero ya es un disco que me trae de vuelta a la península y ésa es la gran diferencia. A pesar de pertenecer los dos a una nueva etapa que sí que tiene que ver, hay una diferencia notable en el sonido, la producción, las letras… creo que Paramales” es un poco más moderno, mientras que “Atlántico” yo creo que es más clásico, todavía.
![xoel2]()
¿A qué o a quién cantas con “Paramales”?
Yo creo que canto a lo que me rodea. Nunca hay un nombre propio detrás, hay muchos probablemente. Incluso a veces hablo en términos generales. No sé ni siquiera a quién me estoy refiriendo, pero quizás muchas veces me estoy refiriendo a mí mismo. Parece que hablo a alguien y en realidad me estoy hablando a mí y es algo que me pasa después. A veces, esa canción que yo creía que hablaba de fulanito o pepito, habla más de mí que de otra persona.
Pero en el disco hay de todo. Hay temática amorosa, social, política, de lo bueno y malo de la vida. Hay mucha oda a la propia música. Hay canciones que hacen referencia a la propia música como una especie de bálsamo que te decía antes. y la importancia que tuvo en mi vida como compositor y como oyente, como melómano.
Cuando acabó Deluxe, te embarcaste en un viaje hasta Latinoamérica, concretamente Argentina. ¿Por qué allí?
Bueno, en realidad yo elegí Buenos Aires y Nuevo York. Me fui dos meses a Buenos Aires y otros dos a Nueva York y al final decidí quedarme en el primero y lo que pensé que iba a ser como mucho un año más, se fue alargando y casi me quedo casi 5 años allí. Aunque ya los dos últimos estuve a caballo entre España y Argentina.
¿Pero fue un poco al azar?
Fue algo que se fue dando, no tenía digamos previsto esa estancia tan larga. También creo que América me atrapó. Había algo entre esos viajes y tal que me enganchaba y que me hacía continuar, incluso algunas propuestas que me hacían.
Recuerdo que me fui a San Francisco para hacer un acústico y me propusieron volver, formar una banda con músicos de allí y tocar en un festival. Cosas como esta hacían que se alargara mi estancia. Y también el seguir empapándome, seguir creciendo como persona y, por lo tanto, yo creo que como músico. En ese momento no veía el final de la aventura. Y más que una aventura finalmente se convirtió en una forma de vivir, en un estancia. En un momento dado puse final porque pensaba que ya me tocaba volver y asimilar todo eso también.
Porque me fui allí tratando de tener perspectiva de lo que había hecho aquí, pero ahora me toca hacer el viaje a la inversa y tomar perspectiva de todo lo que he hecho allí.
El resultado de ese viaje se resume en “Atlántico”, el amor…
Sí, y los viajes también. Todo lo que supone cuando uno se mueve de su lugar de confort.
¿Qué supuso para ti en el plano personal?
Pues eso, lo más importante fue salirse de esa zona de confort y todo lo que eso supone, ese rol también nuevo por formar. Es decir, todavía no tienes un rol. Cuando llegas a un lugar nuevo nadie espera nada de ti y tú tampoco sabes muy bien cómo ubicarte. Entonces, cuando se va conformando ese nuevo papel, descubres nuevas aristas de tu personalidad y creo que es interesante.
No es que mi caso fuera un especialmente digamos difícil, yo tampoco era tan famoso, ¿no? Pero sí me había acostumbrado un poco al aplauso y al estar cómodo y creo que esa cierta incomodidad y esa falta de reconocimiento me ayudó. Me hizo crecer desde otro lugar, me ayudó a fortalecerme y tener que sacar músculo de algunas partes que yo tenía un poco olvidadas, si no atrofiadas.
De hecho, volví mucho a la adolescencia, de mis 20 años para atrás, antes de toda esa carrera. Y fue bonito también enfrentarse a un público que no te conoce, convivir con gente que no sabe nada de ti. Me enseñó mucho.
![xoel3]()
“Paramales” bebe mucho del folklore latinoamericano.
Sí y de otros muchos lugares.
Es quizá más mestizo que “Atlántico”. ¿Qué papel juega Latinoamérica y tu tierra, Galicia, en el Xoel compositor?
Pues, mira, la pregunta que me haces está muy ligada, es decir, Galicia a Latinoamérica. Yo creo que en Galicia por todas la idas y venidas de la inmigración, bueno, en toda España, pero en Galicia especialmente, se vive muy a flor de piel toda la cultura latinoamericana, porque todos los gallegos que se iban volvían, los famosos indianos, y traían toda esa cultura. De hecho, en Galicia, a día de hoy, casi se oye más música latinoamericana en las fiestas de los pueblos que música propiamente gallega, que también está, conviven las dos.
Entonces, yo creo que mi influencia latinoamericana es mayor por esa conexión galaicolatina y luego que en mi casa se escuchaba música de Latinoamérica de siempre y fue como rascar un poquito y enseguida me di cuenta que la tenía muy incorporada a mi vida. De todas formas, no hay nada como ir allí y palparla, poder tocarla. Eso es lo que realmente te influye yo creo, el hecho de convivir con eso.
Siempre destaco que para entender la música gallega hay que haber vivido en Galicia y haber sentido esos días grises, esa lluvia, esa cierta melancolía que dejan esos cielos grises constantes. Y para entender la de Brasil hay que haber pasado un tiempo en Río de Janeiro y haber sentido ese olor a sal y esa sensación que tiene uno cuando está allí. Entonces ahora entiendo mejor a Caetano Veloso, a todos los brasileros que siempre me gustaron.
De alguna manera te quedas con algo de eso, te lo llevas y aparece no sabes ni siquiera en qué medida. Pero todo eso se va sumando a tu crisol de influencias y acaban saliendo cosas cada vez más complejas. No sabes identificar qué es qué pero todo está ahí.
La última canción del disco está compuesta por tu mujer, Lola, ¿cómo surgió?
Ella tenía una serie de canciones que le maqueté por el placer de hacerlo y una de ellas era ésta. Entonces fui yo el que le porpuso grabarla en el disco. Me gustó, sentí el flechazo y dije: “Jolín, molaría meterla en el disco nuevo”. De hecho, grabé dos más que se quedaron fuera. Tenía otra hecha con un amigo que al final no entró.
Fue un disco donde me abrí a que hubiese canciones de mi entorno más cercano y me parecía bonita la idea de incluir canciones que no fueran mías, me parecía liberador de alguna manera.
Me dediqué más a arreglarla y producirla. Ahí sale más mi lado de productor. Trabajar la obra de otra persona pero desde mi punto de vista. Me gustó la idea del dueto y la verdad es que llamó la atención, yo creo que notan que hay algo más distinto.
¿Te arrepientes de algo, musicalmente hablando?
No, porque todo reflejó un momento. Yo creo que el arte se basa en eso. No creo que algo por tener mayor calidad, que es un concepto muy relativo… Me refiero que cualquier intento de arte es arte. Y sobre todo si refleja la realidad de la persona. Sí puede haber algo con lo que no me identifique a día de hoy, eso sí. Pero no que me arrepienta de haber hecho.
Es verdad que conecto mejor con algunas épocas de mi carrera que con otras, con algunas producciones más que con otras. Hay estilos que envejecen peor, otros mejor.
Pero siempre comprendiendo que todo eso es parte de mi camino y que, incluso aquellas etapas que quizá me gustaron menos, también forman parte de lo que soy ahora y me ayudaron.
Yo creo mucho en el ensayo y error. Creo que a veces hay que hacer muchas cosas, arriesgar un poco, incluso cagarla para seguir creciendo.
![xoel4]()
¿Una canción que te habría gustado componer?
Muchas, desde Turnedo de Iván Ferreiro, que siempre me pareció una obra maestra, hasta canciones de Love. Hay una canción que se llama Alone again or, que es un tema del Forever Changes que me flipa. También algún tema de Nina simone, Serrat, Caetano Veloso, canciones populares que me parecen hermosas… Por suerte hay demasiadas canciones que me gustaría haber hecho y que alguien las hizo y las disfruto yo.
¿Qué sueles escuchar?
De todo, desde música africana, hasta británica del momento. No tengo prejucios. Y hoy en día es fácil dejarse sorprender porque como todos tenemos mucha información, es fácil que alguien te llegue y te diga: “Oye, escucha esto o lo otro”. Antes había menos acceso y tenías que hurgar y buscarte la vida. Ahora es fácil, sobre todo si te dedicas a la música, que estés un día en la furgoneta y llegue el bajista y te diga: “Oye, escucha esto, es la hostia”. Entonces, a veces, me dejo sorprender por lo que me va dando mi entorno, pero no dejo de tener mi búsqueda personal que es constante y supongo que infinita.
Ahora estás colaborando en Oh! my Lol de Cadena Ser, cuéntanos.
Es una propuesta que me llega a través de Estrella Galicia y es un programa de humor y música. Yo, obviamente, me dedico más a la parte musical, aunque me dejan también meter ahí mis chascarrillos de vez en cuando. Y me lo paso muy bien. Vienen siempre invitados de la escena independiente española y yo colaboro con ellos y me atrevo incluso a hacerles alguna pregunta. Antes se me hacía un poco raro pero ahora ya me voy acostumbrando y le voy pillando el gustillo incluso. Porque tanto responder siempre, también está bien preguntar. Yo también tengo mis curiosidades y, bueno, es maravilloso.
Estoy con Xavi y Kike de El Mundo Today, que son tipos con mucho talento y de los que aprendo mucho y es algo que considero muy enriquecedor. Me quita bastante tiempo, cosa que supongo que no podré alargar mucho, pero por ahora estoy encantado.
En estos tiempos que corren, ¿cómo sobrevive un cantautor?
Bueno, es verdad que es difícil y hay que trabajar el triple para conseguir la mitad, eso pasa ahora respecto a 2006 o 2007. Pero yo vengo de una época donde vivir de la música era algo muy complicado y más en estos términos de independencia de no formar parte de la radiofórmula y no estar sonando todos los días en todas partes.
Digamos que estaba acostumbrado y fue como retomar aquellos tiempos y lo que te digo, trabajar, trabajar y trabajar. Dejar que al final la gente sea la que decida. Si tú trabajas mucho pero a la gente no le gusta, pues, oye, esto es música. Entonces, yo siempre trabajo desde ese respeto al público. Al final va a ser la gente la que va a decidir si comprarse tu entrada o la otra. Se trata de dar lo mejor de ti para que no se arrepientan de haberse gastado el dinero en ti y de que se vaya contento a su casa.
Que al final es lo que yo busco como oyente y es lo que me gusta dar cuando me toca a mí ejercer ese rol y siempre pienso en que la gente se vaya feliz.
En que nos hayamos comunicado, que haya pasado algo especial, mágico, diferente y que haga de la vida algo más hermoso. Ese es mi objetivo.
¿Tus proyectos más inmediatos?
La gira de “Paramales”, que durará todo 2016. Las segundas partes yo creo que son las más bonitas porque ya el disco está más rodado, la banda suena mejor y todo es más fácil.
Al principio hay como más torpeza. También se contrarresta con la ilusión de empezar, pero una vez pasada esa fogosidad del comiendo me parece más bonita la segunda parte que es más de disfrutar y celebrar.
¿Con qué sueñas?
Alcanzar la playa ya no, por la canción de Tierra. Yo creo que estoy ahora en tierra firme desde hace tiempo. Sueño con un mundo más justo. Un mundo donde hubiese menos injusticia y más igualdad. Es un tópico, parece un poco infantil pero creo que es la esencia de lo que realmente siento.
Fotografía: Paloma de la Fuente, @prockcorn
The post Xoel López: “Paramales es como el puente hacia el regreso” appeared first on BFace Magazine | Revista sobre tendencias y actualidad.