Dos meses hace ya que empezó por todo lo alto la decimosexta edición de Gran Horror Hermano, y son muchas las perlitas que los concursantes nos están regalando, día tras día. Es por esto que hoy, en BFace Magazine, os traemos un breve resumen del horror vacui que estamos sufriendo disfrutando.
La primera cosa que hay que comentar cuando de grima se trata es el bebé reborn de Marina. Tenemos dos teorías: o la muchacha cogió el trauma de su vida de tanto jugar con los muñecos o es el gemelo de Benjamin Button. Por favor, ¿alguien le puede preguntar QUÉ-HACE-CON-SU-VIDA? Juanito ganador, please.
Digamos que Amanda confirma la regla de que “cuadro se nace, no se hace”. No te esfuerces: mires por donde la mires, no te vas a salvar de su ‘ansiedáh’. Entre las extensiones reusadas de La Pelopony y sus tremendos outfits de gogó barata, cualquier día la vemos en la NYFW. No pensaríamos decir esto nunca, pero pedimos que Ylenia le dé lecciones de estilismo, porque de monstrua diva tiene lo que Niedziela de anoréxica (parece ser que pasa hambre con tanto vaivén de circo).
No nos olvidemos de sus amadas garras uñas: no quiero saber cuántas veces habrá ido al médico la chiquilla por rascarse una picadura de mosquito. Pero bueno, mirémosla por el lado positivo (si se puede): ha superado su fase de choni para meterse en reina de la noche, que no sé qué es peor. Si tuviese que escribir un libro, se titularía “Del chándal al tacón, de la coleta a la extensión”.
Por supuesto, no podía faltar la canción que está sonando en las mentes de todos los espectadores: “Che, che, documentación”, el nuevo hit del verano de la elegida de Dios, la que ha enseñado más carne que Suso (y mira que la cosa está complicada). Ojalá encabezando la Lista de los 40 Principales pronto en su autobús y desbancando a ‘Pégate’.
Porque no hay mujer más polifacética y auténtica que ella. Se atreve con todo: tanto a domar un rebaño de ovejas como a hacerse pasar por tu madre. Y ya pudimos comprobar qué poca vergüenza guarda al mostrar a sus compañeros cómo consumaba el acto sexual o lo mucho que le importa encasquetar un pedo o un eructo a cualquiera. Lástima que la audiencia la echara tan pronto. Arriba lo que la Maite diga, ¡punto!
El matrimonio Han y Aritz también nos han brindado algún que otro momento de esos en los que te da igual tener que ir al lavabo, que si hace falta te llevas la tele contigo. Menudas peleítas, y menudas reconciliaciones. Del amor al odio hay un paso, pero es que entre ellos no hay ni un pelo de huevo. Por cierto, aprovechamos para aplaudir a Han cuando se viste de mujer. ¡Qué desfase!
Más de uno ya ha añadido a su vocabulario diario el típico “estoy trabado, loco” de Marta. Y es que la canaria no duda en usar expresiones dignas de crear un diccionario “Marta-Español, Español-Marta”. Lo único que se le entiende de primeras es que parece que haya salido de la película 300, con tanta arma blanca bajo la manga. Pero viva tú y sus transparencias, di que sí, mi niña.
Para acabar, nos gustaría entregar el Premio a Mejor Cara de Asco de la Historia a Sofía Suescún. Nada más que añadir, porque ella habla por sí sola – y no como Raquel, que vive en la sombra con Kleenex y psicólogos.
Sobre Ricky, Vera y Carlos… Ah no, que los muebles no hablan.
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