Os voy a ser sincero: probablemente hayas leído esta entrada ya en una gran cantidad de variantes, y en mil sitios diferentes, a lo largo del último mes. No, no las he escrito yo todas pero la red es así de poco original cuando algo se pone de moda. Y el verano de 2016 será recordado por los hastags usados por Juan Camus ser el verano en que nos enamoramos de la nostalgia. Estoy hablando, por supuesto, de “Stranger Things”.
Con la serie de los empotradores hermanos Duffer hemos vuelto a los 80, a los walkie-talkies (que en su ficción funcionan con una precisión que ríete tú de cualquier invento de Steve Jobs), a los pósters de “Cristal Oscuro”, los juegos de rol, los días enteros montados en bici y las excursiones secretas al bosque. Aunque quizás lo mejor que se puede decir de “Stranger Things” es que hace pasar todo eso por nuevo, como si jamás lo hubiéramos visto o como si los Duffer hubieran sido los primeros en convertir la nostalgia en subgénero cinematográfico o televisivo. “Stranger Things” tiene muchos remiendos, demasiado refritos y homenajes pero también un corazón enorme y un alma carismática que convierte los recuerdos en emoción genuina. Y, como todos hemos caído enamorados de la moda juvenil de esa Eleven callada a la que es mejor no cabrear, la red se ha llenado de cantos de amor a los 80 y al cine de esa década. Pero desde BFace lanzamos nuestro granito de arena a la poca originalidad del verano de 2016 y también proponemos nuestro particular decálogo de esas 10 bombas nostálgicas de los 80 que deberían regresar al cine o a la televisión de la era del WhatsApp y el Grindr las aplicaciones para ligar.
1. Melanie Griffith
Aunque ahora la conocemos más por lucir el peor, y más relamido, tatuaje de Hollywood, Melanie fue una de las grandes estrellas de los 80. Y con razón. Para los más jóvenes, ojalá ardáis en el infierno por vuestra belleza y lozanía de los nacidos en los 90, os aconsejo revisar la maravillosa “Armas de mujer” donde Melanie lucía uno de los cardados más icónicos del cine y, de paso, se marcaba una de las mejores actuaciones de la década.
2. Un buen asesino en serie
Con la honrosa excepción de la aparición de Ghostface en 1996, no vemos un buen asesino de niñatos en nuestras pantallas desde que en 1984 Fred Krueger afilara sus cuchillos. El cuerpo ya nos pide adolescentes fornicando y psicópatas rebanándoles el pescuezo.
3. El vestuario
El cine de los 80 nos dejó algunas perlas en el vestuario que harían las delicias de los tres estilistas de Cámbiame. Nuestras retinas aún conservan la primera vez que Johnny Depp apareció en una película.
4. Los malos divinos
Fueron muchos y variados. Pero nos quedamos con el andrógino rey de los Goblins de David Bowie. Ya no se hacen malos tocapelotas así…
5. Las frases míticas
“Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate para morir”. Poco más que añadir a esto.
6. Los bichitos adorables
Todos tenemos en mente los Gremlins. Pero en BFace somos más partidarios de la casquería y el gore que podían llegar a provocar su marca blanca, los Critters. Menos estilosos pero mucho más demenciales y divertidos si se ve la película con unas copichuelas de más. Se les echa de menos…
7. Las feas
Porque sí. Porque en la era de la tiranía de Instagram y sus fotos de abdominales, se debería reivindicar a las heroínas de las películas pastel de los años 80 con su B-Queen a la cabeza, Jennifer Grey. Era una buena década para pensar que los patitos feos podían ser las que dictaran las reglas. No lo neguéis, estáis pensando en “Dirty Dancing” y en las veces que acabasteis en Urgencias con una brecha en la cabeza por intentar que vuestro amigo os levantara como Patrick a Jennifer…
8. Los thrillers con chicha
Si en instagram abunda la carne, en el cine del 2016 impera la corrección política. Los 80 eran otra cosa, con sus thrillers con giro final demencial llenos de carne, mamellas y culetes de estrellas. Ahora nos escandalizamos con la casi Disney “50 sombras de Grey” pero antes hasta “Atracción fatal” sabía a poco…
9. Almodóvar en estado puro
Los 80 fueron suyos. Nunca volverá a ellos porque es nuestro director que mejor ha sabido evolucionar y reinventarse pero no negaremos que mataríamos por volver a revivir con él los tiempos de “La ley del deseo” o “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. Y nos volveríamos locos por volver a probar un buen gazpacho repleto de orfidales.
10. El cine
Y si algo tenía que volver de los 80 es el cine. Así, tal cual. El rito de sentarse frente a una pantalla, de ir todas las semanas, de soñar, de disfrutar, de no verlo en pantallas diminutas y como vulgares rateros… porque sin el cine ni existiría “Stranger Things” ni toda una generación hubiéramos crecido pensando que podíamos hacer cualquier cosa. Y eso sí que se echa de menos.
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